
Waterless
Por Ugo Gimenez
Hice dos búsquedas inútiles antes de comenzar este texto. La primera fue: ¿cuánto puede pasar una persona sin comer? Inmediatamente me di cuenta que en realidad quería preguntar: ¿cuánto tiempo puede pasar una persona sin ir al baño?… para darme cuenta al instante de que depende de las personas, las situaciones, y que los extremos no representan necesariamente la realidad. Así que vamos a crear un escenario posible, que nos abarque a todos. No importa cuantas veces a la semana ‘vayas de cuerpo’ (como decía mi abuela), es muy probable que al finalizar, ‘tires la cadena’ (como se usaba en aquella época), y que todo lo hecho; se lo lleve el agua, a otro lado y para siempre.
En entornos rurales, lo más común es un proceso séptico y luego un filtrado en el terreno natural, y en entornos urbanos es posible que haya una red cloacal, que se lleve el problema hacia la periferia, para ser tratados, antes de ser filtrados a terreno natural, o devueltos a fuentes naturales como ríos, lagos o mares. Pero tampoco quiero abordar esto analizando lo perjudicial del agua ya contaminada. Este ángulo da por sentado el suministro del agua. Pero, ¿qué pasa si un día al apretar el botón, no sale agua?
Ahora sí estamos listos para tener esta conversación: baños secos. No son tan feos como un baño de agua ¡sin agua! En ese punto estamos claros, asumimos que si no sale agua en el inodoro, pues tampoco saldrá en la ducha, lavabo, bacha, así que en este escenario, somos nosotros mismos los que estamos eligiendo administrar el agua, que escasea. Y aceptamos que esos tiempos dorados donde podíamos ir de cuerpo en agua potable; han terminado. ¿Cómo llegamos hasta aquí? Pues hemos adoptado soluciones escalables para distribuir agua potable y para tratar aguas servidas, pero hemos innovado muy poco en utilizarla de manera más eficiente o consciente. teniendo como resultado un nivel de consumo más alto que la capacidad de regeneración del agua, o el suelo.
La alternativa de compostaje propone una tecnología simple, que nos permite lidiar con nuestros residuos fisiológicos de una manera higiénica, orgánica, local, sin agua y que como resultado obtengamos un material nutritivo para el suelo: se cierra un círculo virtuoso con el que debemos reconectar. La innovación en la tecnología es inminente y accesible, demanda más trabajo que apretar un botón, y el problema no desaparece, pero nos permitirá seguir habitando este hermoso planeta, que tiene su ritmo, y su manera de funcionar.